martes, 19 de febrero de 2019

Descubrí, que las estrellas también se estrellan


Descubrí, que las estrellas también se estrellan.


Suave, la sensación de lo que me sostiene.

Algodón, la textura del que me abraza lento.

Un solo rayo, parte en dos la nube y caigo.

Me creo flotar, creo que vuelo, ahora soy pájaro.

Pero… ¿Dónde están mis alas? ¿y las plumas?, percibo de todo: olores, un paraíso que parece estar sucio, miles de escenarios que desde mi mundo no veía. Tengo una vista panorámica pero caigo más rápido y más. Me dejo flotar, eso creo, cuando más me acerco al piso siento que me falta el aire, que algo no anda bien. Me siento débil y fuerte a la vez, no controlo esto, sólo parezco invencible tengo, una fuerza que no podría haber llegado estando en la nube, sin ese rayo, sin que se haya roto todo lo que me sostenía arriba. Y ahora caigo. ¿Qué está pasando?  Caigo cada vez más veloz, y paso las nubes, y paso lo celeste y veo niebla, y entre la niebla un pájaro que vuela contra la gravedad pero de una forma serena, que parece controlarlo todo con su cuerpo, con sus alas, con sus plumas, todo parece fluir en él pero yo caigo sin control de nada, ¡algo partió mi casa! y sigo cayendo y me veo y veo todo y recuerdo lo último, lo revivo y siento y huelo y experimento lo que no hubiese podido, no me tiré, me caí. Me estrellé, me hice partículas, soy muchas y soy yo. Somos muchas y somos yo.
Y. ¿Me estrellé o me estrellaron?, si el piso no hubiese sido el límite ¿qué hubiese pasado?

¿¿¿¿Y si no hay límite????

Me estrellé y me abrí y se me rompió la esencia que me mantenía hecha agua, que me hizo gota que me hice gota, que me derritió, que me separó que me dejó flotar, volar, caer, descontrol.
El descontrol se apoderó de mí.

Me apoderé de lo fugaz, pero sólo pasé por ahí. Me hubiese detenido a mirar más, a tocar, a sentir, pero tuve que sentirlo todo así, corriendo, sin querer volando, no sabía si lo disfrutaba, el miedo no me dejó ver, no supe que pasaba realmente, ¿caí o me dejé caer?

¿Quién me tiró? La nube parece haberme abandonado.

Ella era mi casa, ¿o primero el rayo la quiso partir? El rayo la buscó ¿o detrás del rayo hay una descarga?

¿Cómo surgió ese rayo?  y ¿cómo el rayo parte pero tiene esa luz?

Luz transformada en oscuridad según yo. Aunque algunas de las mías parezcan caer con él, pero cerca del rayo ellas parecen caer por inercia, pero de afuera parece que gustan ser su compañía, se ven invencibles, tienen un Dios a quien seguir y si se estrellan nada importa, se esparcen, se hacen miles, pero lo acompañaron al partir y en su proceso, todo fue tan veloz.
No me daba para pensar y yo me creía lo más chico de este mundo y ahora que me dividí ni siquiera me siento más chica simplemente me doy cuenta de que soy miles, millones, que ni siquiera me podía medir, ¿todas los que caen se estrellan? ¿Todas simplemente nos reproducimos y sobrevivimos en agua?
El agua a veces cae y se escurre, y pasa por lugares que nadie puede pasar, pero soy tan transparente a la vez, me dejo ver, soy invisible, el que me ve sabe que estoy ahí, pero me ve a través de lo que muestro tras de mí, de lo que mi esencia trasforma y refleja, mi naturaleza hace brillar hasta un hierro oxidado.
Hago que todo parezca limpio, pero ¡nadie me ve a mí! . Yo solo soy una simple gota, y no importa cuando estoy cayendo, ni siquiera importa mientras caía ni cuando caí, simplemente importo cuando tengo algo para brillar, cuando demuestro ser algo para otra cosa.

¿Seré arte?  Digo, supongo que genero algo ¿no?  Pero ¿haré llorar?

Creo que cuando estoy en todas nosotras, hago llorar. O quizás no llorar pero en los días lluviosos veo que mis compañeras, o todas mis yo, mientras yo me recuesto en mi nube veo cómo otras caen con fuerza, algunas luchan por caer en lugares determinados a otras les gusta viajar, y caen donde saben que el viento las va a correr, calculan muucho, algunas son muy calculadoras, buscan el lugar más horrible visto desde arriba pero donde ven viento se tiran, sabe que el viento las va a llevar a un lugar más hermoso, entonces más o menos calculan antes la diagonal, los vientos, algunas han estudiado geografía para llegar a donde llegan, algunas tienen accidentes, según, si se les cruza un pájaro o hay algún imprevisto, pero la mayoría, llegan. A veces veo algo que creo que los humanos le llaman “Villas”, en Marvin Norte sé que hay una, si quiero caer ahí entonces me tiro en Marvin Sur si el viento va hacia ahí es Ostro. Si quiero caer en esa plaza Fabbrini donde una amiga me contó, que hay un día que se llama algo así como Dominio, que se juntan unos tambores y hay mujeres que bailan como gotas cuando llueve, en ese caso me tendría que tirar por Hiprólito Irigoyen,( lo aprendí en geografía) y el viento me va a llevar hacia ahí. Tengo un problema con las eeerrrre, se me cruzan en todos lados, especialmente en los nombrres que le dan a los lugarres los serres humanos. Y soy un poco distraída entonces nunca le di mucha gota, simplemente lo fui dejando pasar. Mis amigas se ríen de mí ¡porque a veces digo cualquier cosa! Pero son mis amigas, y me quieren así.


Algunas de ellas cuando caen sienten una adrenalina tremenda, unas hacen yoga y mientras caen parece que más que caen, levitan, como si el cielo estuviera abajo, van en un Om eterno. Y les gusta caer en lugares también transparentes como el vidrio, generalmente detrás del vidrio hay un ser humano que observa a través, y las ve caer, no les gusta pasar desapercibidas pero tampoco llamar la atención. Se dejan absorber por el vidrio, son muchas, caen en partes, a veces se coordinan, les gusta eso de caer en grupo. Las más competitivas van tan rápido que cuando caen y se estrellan, se pierden porque no se dan cuenta que todas las partículas son ellas, se vencen y se dejan morir a veces por la sequía de los asfaltos que enseguida ven su búsqueda, las contaminan y se las tragan. Rocío la maestra de todas siempre nos enseña que no nos olvidemos que somos Unidad, por eso las que tienen más ego se van perdiendo en el camino. Otras más juguetonas, en el asfalto encuentran charcos esperando a ser pisados para chispotear en patota, a algunas les gusta más dejar de ser gota y solo ser parte de un mar. Otras prefieren caer en la playa, esas se pierden en la masa, olvidan su esencia y prefieren flotar, parecer de color. Prefieren alienarse de su transparencia, dejarse ensuciar, calentarse con el sol, son las más cómodas, van con la marea. Aunque a mí me gusta quedarme en mi nube, calentita con el sol que da todo el día, y estar cerca de la luna, pero éste rayo cayó de sorpresa no avisaron las estrellas ésta vez. Ellas parecen estar siempre conectadas. Pero ayer me enteré que eso era una ilusión, que las estrellas también se estrellan, bah ya se estrellaron, hace años. Sólo que estoy a tantos años luz de ellas que nunca lo supe, ¡qué ignorrante!, ahora entiendo, yo pensé que ellas se habían estrrellado contra la luna una noche, y se habían salpicado como nosotras.

Siempre me dio miedo caer de la nube, cuando mis amigas iban cayendo las veía tan ilusionadas pero muy pocas volvían a contar lo de acá abajo, mi mejor amiga Acuarina, Acua, como le decimos, me contó por telepatía todos sus intentos de volver, pero le fue imposible y fue adaptándose a el “mundo inferior” como le decíamos nosotras.

Yo soy Géminis, ese es mi nombre, a las de mi nube nos ponen nombres de signos, me dicen Gé para diferenciarme de las otras siempre sentí mucha culpa, y hace poco menteré que “es típico de Ge-mi-nia-na” y me quedé un poquito más tranquila, ahora que me lancé al mundo, bah me tiraron ya no sé cómo subir o cómo diría Gotafalda, la Biblia de mi nube “¡¡¡Parren el mundo que me quiero bajar!!!” aunque lo reemplazaría por subir, porque mi nube está arriba, pero bueno, qué más da, este mundo de locos “está patas para arrriba” como decía mi abuelo Chaparrrón, ahora lo entiendo todo.

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